¿Qué hacer cuando no sabes qué hacer?

Por: Carlos Maysonet | Tiempo de lectura 8-10 minutos

Queridos amigos, todos nos hemos encontrado en momentos de la vida donde la incertidumbre parece abrumarnos. Esas encrucijadas donde no sabemos qué camino tomar, donde las decisiones nos pesan y el futuro parece nebuloso. ¿Les suena familiar? Si es así, no están solos. La buena noticia es que Dios no nos ha dejado sin guía en estos momentos. Hoy, quiero compartir con ustedes tres claves bíblicas fundamentales que pueden iluminar nuestro camino cuando no sabemos qué hacer.

1. Recuerda la Soberanía de Dios

En primer lugar, es crucial que recordemos y confiemos en la soberanía de Dios. En Proverbios 3:5-6 (RV60), encontramos esta hermosa promesa:


Este pasaje nos enseña un principio fundamental para los momentos de incertidumbre: debemos confiar en el Señor con todo nuestro corazón. La palabra «fíate» en el hebreo original conlleva la idea de apoyarse completamente, de descansar enteramente en algo o en alguien. Aquí, el texto nos está llamando a apoyarnos totalmente en Dios, no en nuestras propias capacidades o conocimientos limitados.

Nuestra tendencia humana es querer comprender todo y controlarlo, pero Dios nos recuerda que nuestra sabiduría es finita, mientras que la suya es infinita. No se trata solo de pedir su dirección en momentos de desesperación, sino de reconocerlo en todos nuestros caminos, en cada aspecto de nuestra vida diaria. 

Imaginen que están perdidos en una ciudad completamente desconocida. Están caminando por calles que nunca han visto, y todo les parece confuso. Sin un mapa, podrían fácilmente perderse aún más. De repente, encuentran a un guía local que conoce perfectamente cada rincón de la ciudad. Les ofrece llevarlos a su destino de manera segura. Lo más sensato sería seguir al guía, confiar en su conocimiento de la ciudad, en lugar de seguir dando vueltas sin dirección.

En la vida, nosotros somos como ese caminante perdido. Nos encontramos con situaciones y decisiones que no entendemos, pero Dios es como ese guía que conoce perfectamente el camino. Aunque no veamos el panorama completo, Él conoce el final desde el principio. Como un buen guía, Dios no solo sabe a dónde vamos, sino también la mejor manera de llevarnos allí, incluso si el camino parece incierto para nosotros.

La soberanía de Dios nos trae paz, porque sabemos que no estamos solos ni a la deriva. Cuando nos enfrentamos a la incertidumbre, nuestra primera respuesta no debe ser de ansiedad o pánico, sino de confianza en el Señor. Su control sobre cada aspecto de la vida significa que incluso nuestros errores y fracasos pueden ser usados para su gloria y para nuestro bien. Esto nos libera de la necesidad de tener todas las respuestas y de llevar el peso de nuestras decisiones solos.

Algunas aplicaciones prácticas de este principio podrían ser:


2. Busca Sabiduría en la Palabra de Dios

Una vez que hemos recordado la soberanía de Dios, el siguiente paso es buscar sabiduría en Su Palabra. El Salmo 119:105 (RV60) nos dice:


Este versículo es un recordatorio claro de la función de la Palabra de Dios en nuestras vidas: es una lámpara que ilumina nuestros pasos y nos da dirección. En tiempos de incertidumbre, es fácil sentir que caminamos en la oscuridad, sin saber qué decisión tomar. Pero la Escritura actúa como esa luz que nos permite ver lo que está justo delante de nosotros.

Imaginen que están caminando por un bosque denso durante la noche, con solo una pequeña linterna en sus manos. Sin la luz, no pueden ver absolutamente nada. No tienen idea de hacia dónde se dirigen ni si hay obstáculos peligrosos en su camino. Sin embargo, con la linterna, pueden ver el paso justo delante de ustedes. No ilumina todo el bosque, pero les da suficiente luz para avanzar con seguridad un paso a la vez.

Así es la Palabra de Dios en nuestras vidas. No siempre tenemos la visión completa de lo que está por venir, pero la Escritura nos da la luz suficiente para saber qué debemos hacer en el presente. Podemos avanzar confiando en que, mientras seguimos la luz de la Palabra, no tropezaremos y llegaremos a nuestro destino bajo la guía de Dios.

La Biblia no es simplemente un libro de reglas o historias antiguas; es la revelación viva de Dios para nosotros hoy, y en ella encontramos los principios y mandamientos que nos guían en cada aspecto de la vida. Así que, cuando no sabemos qué hacer, debemos recordar que ya tenemos una fuente segura de dirección en la Palabra de Dios.

Algunas aplicaciones prácticas de este principio podrían ser:


3. Busca Consejo en la Comunidad Cristiana

Finalmente, cuando seguimos sintiéndonos inseguros, es importante buscar consejo en nuestra comunidad cristiana. Proverbios 11:14 (RV60) nos dice:


Este versículo enfatiza la importancia de buscar consejo sabio, especialmente en tiempos de incertidumbre. La Biblia nos enseña que no estamos llamados a caminar solos en nuestra vida cristiana, sino que Dios nos ha dado una comunidad para apoyarnos y guiarnos.

Imaginen a un joven que intenta tomar una decisión importante sobre su carrera. Está abrumado por todas las opciones, y aunque ha orado y leído la Biblia, sigue sintiéndose inseguro. Entonces decide buscar consejo en su iglesia. Habla con su pastor, con algunos amigos cristianos de confianza, y con un mentor que ha sido un ejemplo de fe y sabiduría. A través de esas conversaciones, empieza a ver opciones y perspectivas que no había considerado antes. Algunos comparten experiencias similares, otros lo guían con principios bíblicos que no había pensado aplicar. Al final, toma una decisión con mayor claridad, no porque todos los consejeros le hayan dado una respuesta exacta, sino porque juntos lo ayudaron a ver el cuadro completo con mayor claridad.

Así también nosotros debemos buscar el consejo de otros cuando no sabemos qué hacer. Dios usa a la comunidad cristiana para guiarnos en los momentos difíciles. No fuimos diseñados para enfrentar la vida cristiana en solitario. La iglesia es el cuerpo de Cristo, y cada miembro tiene algo valioso que ofrecer en términos de consejo, apoyo y orientación.

Algunas aplicaciones prácticas de este principio podrían ser:


Conclusión

Queridos amigos, cuando nos encontramos en esos momentos de incertidumbre donde no sabemos qué hacer, recordemos estas tres claves bíblicas: confiar en la soberanía de Dios, buscar sabiduría en Su Palabra, y buscar consejo en nuestra comunidad cristiana.

Dios no nos deja solos en nuestra incertidumbre; Él nos guía de muchas maneras. Su soberanía nos asegura que nada está fuera de Su control. Su Palabra ilumina nuestro camino, dándonos la sabiduría que necesitamos para cada paso. Y la comunidad que Él nos ha dado nos proporciona el apoyo, la perspectiva y el consejo que necesitamos.

Que estas verdades nos traigan paz y claridad en los momentos de duda. Que podamos caminar con confianza, sabiendo que el Dios que nos ama está guiando cada uno de nuestros pasos. Y que, en medio de la incertidumbre, podamos ser testigos del cuidado amoroso de nuestro Padre celestial.