La masculinidad bíblica

¿Qué es la masculinidad bíblica?, y ¿por qué es necesaria para la iglesia de hoy?

Por Edgar J. Nazario | Tiempo de lectura 10 minutos
Como hombre, esposo, padre y pastor, una de las amenazas más grandes es el movimiento que sostiene que la masculinidad bíblica es tóxica porque presenta un concepto que es anticultural. Las preguntas serían entonces, ¿qué es la masculinidad bíblica?, ¿y cuáles son los ejemplos bíblicos de la misma?

Una La definición

La masculinidad bíblica, tal y como la definen las enseñanzas cristianas bíblicas, hace hincapié en rasgos como la fuerza, el valor, el liderazgo y la responsabilidad. En la sociedad actual, estos rasgos a menudo se consideran anticuados o incluso perjudiciales, con un creciente énfasis en valores más "progresistas" como la inteligencia emocional, la sensibilidad y la cooperación. Sin embargo, la necesidad de la masculinidad bíblica es ahora mayor que nunca por varias razones.

Tres Las razones

En primer lugar, la masculinidad bíblica proporciona un modelo positivo para los jóvenes. Los niños son a menudo bombardeados con imágenes negativas de la masculinidad en los medios de comunicación, como el "chico malo" o el "jugador", lo cual puede conducir a confusión y comportamiento negativo. La masculinidad bíblica, por otro lado, presenta un modelo positivo y saludable de hombría que los chicos pueden admirar y esforzarse por emular. Esta masculinidad presenta a un hombre que ha sido comandado por Dios para servir como profeta, sacerdote y rey de su hogar, siendo responsable de todas las cosas que Dios le ha encomendado para liderar, proteger y proveer.

En segundo lugar, la masculinidad bíblica es necesaria para unas relaciones sanas. Los rasgos masculinos tradicionales, como la fortaleza y el liderazgo, son importantes para construir familias y comunidades fuertes. Los hombres que encarnan estos rasgos son capaces de mantener y proteger a sus seres queridos, así como de dar un ejemplo positivo a los demás. El feminismo ha presentado la idea de que la mujer es igual al hombre y, por lo tanto, no necesita que ningún hombre la proteja, le provea y la lidere con un amor sacrificial. Al contrario, sostiene que toda mujer puede no solo hacer lo mismo que cualquier hombre, sino también llegar a ser un hombre si así lo desea.

En tercer lugar, la masculinidad bíblica es esencial para el funcionamiento de la sociedad. Los hombres han sido tradicionalmente los líderes y protectores de la sociedad, y esto sigue siendo cierto hoy en día. Los hombres que encarnan la masculinidad bíblica son capaces de asumir funciones de liderazgo y tomar decisiones que redundan en beneficio de la comunidad en su conjunto. Las escrituras nos muestran que el hogar fue liderado por hombres, las familias son lideradas por hombres, las ciudades son lideradas por hombres, y los gobiernos son liderados por hombres. ¿Será que nosotros somos machistas y no creemos en las mujeres y sus dones y talentos? No, al contrario, el verdadero hombre y mujer cristianos entienden y aman el orden visto en la creación, el cual Dios ha establecido con la meta de que su nombre sea glorificado en las funciones que Dios le dio al hombre como hombre y a la mujer como mujer.

Por último, la masculinidad bíblica es necesaria para el crecimiento y la realización personales. Los hombres que encarnan los rasgos masculinos tradicionales son capaces de asumir retos y superarlos, lo que conduce a un sentido de logro y autoestima. Este sentido de propósito y autoestima es esencial para el bienestar general y la felicidad. Este orden es bueno y perfecto porque fue instituido por Dios. Es por eso que, cuando el mundo trata de torcer el diseño de Dios en los roles del hombre y la mujer, lo que está buscando es la destrucción de la familia, la sociedad, y la iglesia como institución divina.

Conclusión

La masculinidad bíblica es hoy más necesaria que nunca porque proporciona un modelo positivo para los jóvenes, es esencial para unas relaciones sanas, necesaria para una sociedad que funcione como Dios la diseñó y para el crecimiento y la realización personales. La sociedad tiene mucho que ganar promoviendo la masculinidad bíblica y ayudando a los hombres a encarnar los rasgos masculinos tradicionales que se han valorado a lo largo de la historia. La meta de todo hombre debe ser imitar a su señor y salvador Jesucristo, el hombre más masculino que caminó en esta tierra.

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1 Comment


Sixto Aponte - July 14th, 2023 at 3:41pm

Muy claro y fuertes observaciónes. El honbre debe immitar a Cristo